El abogado de Trump y antiguo alcalde de Nueva York habría exigido a su asesora comercial someterse a sus deseos, entre ellos la afición por el sexo oral mientras hablaba por teléfono para «sentirse como Bill Clinton»
El abogado de Trump y antiguo alcalde de Nueva York habría exigido a su asesora comercial someterse a sus deseos, entre ellos la afición por el sexo oral mientras hablaba por teléfono para «sentirse como Bill Clinton»