La escuela primaria Vladislav Ribnikar en Belgrado ha sido este miércoles el escenario de un tiroteo que provocó la muerte de al menos nueve personas, de las cuales ocho serían menores y un adulto, al parecer un guarda de seguridad. Un estudiante de séptimo curso, de 14 años, habría disparado contra sus compañeros y el personal del instituto. El ataque también ha dejado quince heridos, varios en estado crítico, según informaciones del diario ‘Blic’. El alcalde del distrito central de Vracar, Milan Nedeljkovic, ha indicado que una profesora lucha por su vida en el hospital. Un medio de Belgrado informa que la docente podría haber muerto incapaz de superar las graves heridas de bala. La Polícia ha detenido al sospechoso y ha alertado del hallazgo de una mochila con un arma y dos botellas con líquido inflamable en su interior. Según un comunicado del Ministerio de Educación de Serbia se ha abierto una investigación ya que «el revolver al parecer pertenecía al padre del atacante», que sería un médico muy conocido del país. Testigos presenciales han señalado que el muchacho fue cercado en el patio del colegio por los agentes y entonces levantó las manos y se dejó arrestar. Al parecer, tenía la mirada ausente y en algún momento del tiroteo dijo: «Disparé porque soy un psicópata». Una madre con su hija tras el tiroteo en un colegio de Belgrado. Afp Al parecer, el guarda de seguridad se topó con el agresor en el pasillo y éste le disparó. Luego siguió su camino hasta un aula de Historia donde continuó la matanza. «Primero atacó a la profesora y luego empezó a disparar al azar», ha relatado una estudiante que estuvo en el aula de clase a la emisora N1. Sus compañeros describen al tirador como un niño tranquilo y buen estudiante, que se había incorporado hace poco a la escuela. «Sacaba muy buenas notas en todo, así que lo llamábamos empollón», ha indicado un alumno. Además, había acudido el día anterior a una fiesta de cumpleaños, donde se había comportado con aparente normalidad. Al parecer, en el mismo centro estudian los hijos del ministro de Comercio Interior y Exterior, Tomislav Momirović, aunque se encontraban en una zona del complejo alejada del lugar del tiroteo y fueron evacuados a su domicilio de inmediato. Un portavoz explicó que los alumnos del centro pensaron en un principio que «se trataba de un simulacro», pero cuando fueron conminados a a salir de sus clases en medio de fuertes medidas de seguridad «les quedó claro que algo realmente terrible había sucedido. Se pueden imaginar cuánto miedo sintieron». declaró. Una joven alumna que se encontraba en la clase de gimnasia en el piso inferior al que se desarrolló la tragedia ha explicado que escucho varias detonaciones que atribuyó a la explosión de petardos. Sin embargo, cuando «subió al piso de arriba vio caer al guardia. Corrió de nuevo al aula de educación física y le contó a la maestra lo que vio. La profesora encerró a los estudiantes en el gimnasio para protegerlos», señala la madre de la joven, quien recuerda al vigilante asesinado como «una gran persona, un ángel con los estudiantes».