«Pues mira, hemos roto la racha». Después de escribir un «’wow¡¡’» en la cámara tras la victoria, Alejandro Davidovich (35º) se mostró desconocedor ante otro Álex (Corretja), con el micrófono a pie de pista, del dato de que su víctima, Holger Rune (7º), venía de ganar dos partidos en el ‘tie break’ del tercer set. Esta vez la rueda de la fortuna sonrió al malagueño. O quizás fue su tesón, su fe, en un duelo agónico que le tuvo al menos en un par de situaciones acariciando el triunfo y que casi se le escapa. Es un golpe de mano para el rinconero, que nunca ganó dos partidos seguidos en Madrid y no vencía a un ‘top ten’ desde la edición de 2022 de Wimbledon, tras cinco mangas ante Hurkacz. Era ya un preocupante 3-18, como el 4-6 en los ‘tie breaks’, que entre el domingo y la madrugada del lunes convirtió en un más aseaso 6-6. Fueron más de tres horas de pelea para el 7-6 (1), 5-7 y 7-6 (5) ante un rival con sólo una derrota en tierra hasta entonces en esta gira (semifinales en Montecarlo y titulo en Múnich). En una pista Manolo Santana en Madrid que se vació tras el final del duelo del fenómeno Alcaraz (otro fenómeno para analizar es el del gusto por el ‘selfie’ en la pista con el murciano, para desertar de un Rune-Davidovich), el choque había empezado con muy pocos peloteos y pronto llegó la polémica. El malagueño, que había tenido una bola muy justa para definir un juego al saque, salió disconforme con la decisión del Foxtenn, la actual tecnología para reproducir el bote de la bola, y estalló poco después, con el punto del 4-3 para Rune, en un juego suyo en blanco. Fue una bola tan clara fuera que se negó a seguir jugando, asumiendo que estaba mal calibrada la tecnología, y reclamó la presencia del supervisor. El detalle que enervó a la grada fue que Rune pisara la señal dejada en pista de forma provocativa, lo que le costó una presión tremenda del público en cada punto en sus turnos al saque. Alejandro Davidovich se queja al supervisor de la pista del funcionamiento del Foxtenn, en un momento del primer set del partido. REUTERS En un ambiente ‘futbolizado’, más propio de una eliminatoria de Copa Davis del viejo formato, Alejandro Davidovich salió beneficiado ante un Rune tan talentoso como provocador. No es algo nuevo en el caso del danés que vivió en Málaga , que ya ha vivido episodios de tensión ante muchos de los rivales a los que se ha medido. Código Desktop

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El veterano juez de silla brasileño Carlos Bernardes trató de mediar con diplomacia para aplacar a los espectadores, y también pidió otra actitud de Rune, y todo acabó favoreciendo a Davidovich. Tras salvar un juego difiíicl en el cuarto juego, dispuso de bolas de ‘break’ en los dos últimos turnos al resto, aunque desaprovechó la situación. «¡Vamos, Álex, empuja con las piernas!», le reclamaba Jorge Aguirre, y el consejo tuvo efecto inmediato en un ‘tie break’ impecable de su pupilo (7-1). Rune pidió asistencia médica y se vendó en su muñeca derecha cara al arranque del segundo set, en el que presionó mucho más el saque de su oponente. Pero aunque el rinconero perdió por fin su ventaja en el quinto juego, hubo ‘contrabreak’ y reacción clara de Davidovich. Fue el primer momento de la verdad para Fokina, que tuvo un 4-4 y dos puntos de quiebre que podían ser medio partido, pero se le escaparon, especialmente doloroso el primero, porque ante el segundo hubo poco que hacer. Un servicio de Holger Rune. EFE Fue el momento en que Rune demostró por qué es un ‘top ten’, en un magistral dudécimo juego, con una espectacular contradejada y un ‘revesazo’ a la línea que le dio el set. Había bajado sus pulsaciones Davidovich en el partido, y entró en la tercera manga en sintonía, regalando su saque. Todo parecía irse al garete, pero no se sabe de dónde encontró fuerza mental para igualar de nuevo y venirse arriba. Incluso forzó el 5-3 y saque que ya parecía ser definitivo, pero por segunda ocasión perdonó la vida a Rune. Con algún error táctico incluso incomprensible, más allá de la presión del momento. Y en el ‘tie break’ se intuía o peor, pero arrancó con ‘mini-break’ y hasta se sobrepuso a un 3-4 en contra. Esta vez sí, no dejó escapar la ocasión, valiente, decidido, empujando con las piernas, como le pedía Aguirre. Código Desktop

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Alejandro Davidovich gana a Holger Rune por 7-6 (1), 5-7 y 7-6 (5) en 3 horasy 6 minutos ‘Aces’: 2-6 Dobles faltas: 2-2 Primeros servicios dentro: 77-64% Puntos ganados con 1º saque: 68-67% Puntos ganados con 2º saque: 57-63% Puntos de ‘break’ convertidos: 3/10-4/12 ‘Winners’: 43-44 Errores no forzados: 17-12 Total de puntos ganados: 120-115 «Rune es un ‘top ten’ y ganarle hoy en casa con la gente apoyándome ha sido muy especial. No lo olvidaré. Tengo unas ganas enormes de saltar a pista otra vez» «No sé qué decir, ni qué hora es. Sólo muchas gracias. Habéis sido alucinantes. Seguro que sin vosotros no lo gano ni para atrás», dijo sicero a los aficionados que pasada la una de la madrugada perdían incluso la opción de volverse a casa en metro. «Rune es un ‘top ten’ y ganarle hoy en casa con la gente apoyándome ha sido muy especial. No lo olvidaré. Tengo unas ganas enormes de saltar a pista otra vez», añadió en relación a su duelo de este martes ante el croata Born Coric (20º), verdugo de Hurkacz. Los precedentes muestra un 1-0 del malagueño, el triunfo en tres mangas en primera ronda de Indian Wells de 2022, pero entonces reaparecía tras un año de baja. A favor de Davidovich está el hecho de ser más especialista en tierra, ante un gran sacador.