El actor estadounidense, alejado desde hace una década de las pantallas, se ha convertido en un fiel aliado del presidente ruso. Hasta el punto de que tiene ya casa en la periferia de Moscú, donde acaba de inaugurar una escuela de aikido Navegación de entradas El escándalo se instala en Scotland Yard IA, QAnon, Waco y Trump, cómo hacer real lo que no es