El proyectil, que se precipitó a las puertas de su edificio en Amán, no aplastó por dos minutos a Shaihan ni por milímetros el coche de Mahed. Con el miedo todavía en el cuerpo, ambos nos cuentan aquella noche infernal Navegación de entradas EEUU lanza un salvavidas a Ucrania y veta a TikTok El confinamiento del viceministro de Defensa por corrupción sacude los cimientos de la política rusa