La cueldad de los milicianos se escenifica sin filtros en el kibutz de Be’eri, donde familias enteras fueron encerradas en sus casas y luego las incendiaron con granadas
La cueldad de los milicianos se escenifica sin filtros en el kibutz de Be’eri, donde familias enteras fueron encerradas en sus casas y luego las incendiaron con granadas