La emoción se impuso al cansancio de las jugadoras en una celebración por las calles de la capital y en Puente del Rey, donde la fiesta se prolongó hasta pasada la medianoche
La emoción se impuso al cansancio de las jugadoras en una celebración por las calles de la capital y en Puente del Rey, donde la fiesta se prolongó hasta pasada la medianoche