La polémica por los insultos racistas al brasileño, por los que la Fiscalía de Valencia ha abierto ya una investigación por presunto delito de odio, trasciende los límites del deporte y castiga la inacción institucional
La polémica por los insultos racistas al brasileño, por los que la Fiscalía de Valencia ha abierto ya una investigación por presunto delito de odio, trasciende los límites del deporte y castiga la inacción institucional