Dicen que el elogio debilita. Algo así puede estar sucediéndole a Éder Militao, que ha perdido su capa de superhéroe a las puertas de la final de la Copa del Rey y las semifinales de la Champions. El defensa del Real Madrid, protagonista durante este curso de imperiales actuaciones que avivaron el debate sobre si podía ser considerado actualmente como el mejor central del mundo, ha firmado errores garrafales durante los últimos partidos que han agudizado la vulnerabilidad defensiva de un equipo que ha encajado once tantos en las seis últimas jornadas de Liga, los mismos que ha recibido el Barça en todo el campeonato. Una sangría que alarma a Carlo Ancelotti en vísperas de dos semanas en las que los blancos se juegan la temporada. De ahí que el técnico tirase de las orejas al capo de su retaguardia tras el tropiezo frente a la Real Sociedad. «Tiene que despertarse pronto», avisó el preparador del Real Madrid cuando le interpelaron por el bajón del brasileño, que se perderá el primer duelo contra el Manchester City por acumulación de amarillas pero es fijo en el once que dispondrá el italiano el sábado en el estadio de La Cartuja para medirse a Osasuna en busca del que sería el vigésimo título de la Copa del Rey para el club de Chamartín. Ancelotti tiene claro que el liderazgo del ex del Oporto resulta esencial para que el Real Madrid cierre con buena nota una temporada en la que los blancos todavía pueden levantar otros dos trofeos que se unirían a los ya conquistados de la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, pero en la que están ofreciendo una imagen mustia en la Liga. Un torneo que abrieron con paso marcial al sumar 31 puntos en las 11 primeras jornadas, pero del que dimitieron hace semanas. Tras el parón por el Mundial de Qatar, la escuadra de Chamartín acumula seis derrotas y tres empates que han convertido el último tramo del campeonato en un escenario propicio para esas desconexiones y falta de tensión que alcanzan a buena parte del bloque, pero que atenazan con singular fuerza a Militao de un tiempo a esta parte. Fallos en cadena El paulista apareció en la foto de los cuatro goles que le marcó el Girona al Real Madrid en Montilivi la pasada semana y volvió a quedar retratado en el tanto con el que Take Kubo abrió este martes el triunfo de la Real Sociedad en el Reale Arena. El defectuoso intento de recorte a Sorloth acabó en un resbalón y una cesión suicida a Courtois que aprovechó el atacante nipón para golpear a su exequipo. Una serie de fallos en cadena que colmaron la paciencia de Ancelotti, cada vez más inquieto por la falta de concentración de sus pupilos. «Hemos regalado el primer gol y a partir de ahí ha sido todo más complicado», incidió el transalpino, que tras la derrota ante el Girona leyó la cartilla a sus futbolistas por la ausencia de «compromiso defensivo» sin que el mensaje haya calado en la plantilla. Noticia Relacionada Jornada 33 estandar No La Real mete la directa hacia la Champions y deja a tiro el alirón azulgrana José Manuel Andrés Otra desconexión defensiva del Madrid sirve en bandeja el gol de Kubo, que junto al talento de Silva decide un vibrante encuentro La porosidad defensiva está siendo el principal hándicap para el Real Madrid en una campaña en la que el vigente campeón de Liga y de la Champions ha encajado 52 goles en 53 partidos. Las lesiones de Mendy y Alaba han lastrado a una zaga en la que Rüdiger todavía no ha mostrado sus mejores prestaciones y en la que Carvajal ha tenido muchos altibajos. Las grandes actuaciones de Militao y la labor correctora de Courtois ayudaron a paliar muchas de las carencias de la retaguardia del bloque que comanda Ancelotti, de ahí que cualquier descenso en el rendimiento del internacional con la ‘Canarinha’ provoque temblores en el vestuario. Por eso el técnico optó por darle un toque de atención en busca de una reacción inmediata del ‘3’ que se antoja determinante para la suerte que pueda correr el Real Madrid antes del cierre de curso.