El choque mantenido por el Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo autonómico de Isabel Díaz Ayuso durante los actos de celebración del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, aún reverbera. En Moncloa son conscientes de que alimentarlo no beneficia el plan que tan cuidadosamente había diseñado para acaparar la atención de la precampaña del 28 de mayo con anuncios de contenido social, pero aun así este miércoles la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, no se pudo sustraer del asunto en su comparecencia semanal tras el Consejo de Ministros y aprovechó la ocasión para atribuir a la dirigente del PP comportamientos populistas. «Lo que vimos ayer es inédito. Creo que es un paso más en una campaña de deslegitimación de este Gobierno y lo digo con pesar, porque estas cosas ocurren también en otras partes del mundo pero las protagonizan partidos antisistema o extremistas y lo lamentable es que en España las protagoniza el PP, que fue un partido de Gobierno», dijo cargando las tintas en la primera fuerza de la oposición. La también ministra de Política Territorial, que fue la persona inicialmente invitada por la Comunidad de Madrid para asistir a la celebración institucional pero renunció a hacerlo por problemas de agenda, añadió incluso: «Cuando se ataca a un Gobierno legítimo, se ataca a la democracia». En el PSOE tienen muy interiorizado que cuando se ha dado cancha a Ayuso para confrontar con Sánchez, esta ha logrado crecerse política y electoralmente. Ocurrió en vísperas de las elecciones del 4 de mayo de 2021. Entonces se creyó que dándole alas como líder nacional se contribuiría al desgaste de un Pablo Casado debilitado internamente, pero el efecto colateral de esa estrategia fue una victoria rotunda que disminuyó su dependencia de Vox y alejó cualquier posibilidad de que el socialista Ángel Gabilondo gobernara en Madrid. Ahora, están obligados a medir la tentación de erosionar a Alberto Núñez Feijóo por la misma vía. Lanzada su acusación, no ya específicamente contra Ayuso sino contra el PP en su conjunto, Rodríguez intentó de algún modo pasar página y a la pregunta de si el Ejecutivo hace alguna «autocrítica» por la tensión vivida cuando Bolaños intentó acceder a una tribuna en la que no se contaba con su presencia y fue detenido por la jefa de protocolo de la Comunidad de Madrid, echó balones fuera y alejó que su preocupación en estos momentos no está en un protocolo aprobado por real decreto en 1983 y cuyo cumplimento no ha supuesto problema alguno «en 40 años» sino «atender la realidad de la gente». A su lado, estaba sentada la ministra de Educación, Pilar Alegría, la persona en la que realmente se había querido poner el foco desde la Secretaria de Estado de Comunicación. Su cometido era, de hecho, explicar el contenido de una inversión en Formación Profesional de más de 1.300 millones de euros anunciada el pasado sábado por Sánchez durante uno de sus mítines electorales. Pero le fue difícil lograr foco. «Ahí debería estar también la preocupación de Madrid -insistió la portavoz-: en resolver los problemas de la atención primaria, de la vivienda o de los más de 30.000 jóvenes que querrían acceder a un plaza pública de FP y no lo consiguen». Ayuso, sin embargo, también negó ayer que ella tuviera interés alguno en que los actos del Dos de Mayo quedaran eclipsados por el incidente con el ministro. «Todo el mundo allí era bienvenido, cosa distinta es si me hablan de a quién me han de obligar a poner en los sitios», aseveró. La presidenta madrileña acusó a Bolaños, de hecho, de acudir al acto a «reventar» la celebración. «Le dijimos amablemente que no estaba invitado. Fue, a mi juicio, en calidad de provocación», señaló en una entrevista en la cadena Ser solo un día después de la recepción institucional. La mandataria regional justificó que el equipo de protocolo impidiera el acceso de Bolaños a la tribuna del desfile cívico militar durante asegurando que «no es un día para ministros, es un día del Gobierno autonómico». «Lo hago a título personal porque me parece bien», dijo sobre las invitaciones a otros miembros del Ejecutivo o a Pedro Sánchez el año pasado, aunque no asistió. En esta ocasión estaba convocada la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que no acudió, y su homóloga de Defensa, Margarita Robles. Y Bolaños, insistió, acudió en calidad de «acompañante» de esta última. Ayuso insistió en que su jefa de protocolo llevaba varios días advirtiendo al Ejecutivo de Sánchez «de que no estaban haciendo las cosas correctamente». «Bolaños dio por hecho que venía a presidir y no estaba invitado», remarcó antes de lamentar que la recepción se viese «empeñada» por este episodio. «Hemos tratado el Dos de Mayo como un día nacional, pero es el día de un gobierno regional», zanjó. Noticia Relacionada estandar No El Gobierno y Ayuso hacen estallar su pulso y polarizan la carrera hacia el 28-M María Eugenia Alonso La presidenta impide acceder a Bolaños a la tribuna al no estar invitado al acto del 2 de mayo y Moncloa estalla por creer que «Madrid es su cortijo» Una tesis que comparte el presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán, quien aseguró este martes en un acto en Andorra que un ministro «no es fundamental en un acto autonómico». Quien es fundamental, defendió, «es el Gobierno de la Comunidad y sus instituciones» aunque reconoció que si se empeña en ir «no hay que ponerle demasiados problemas». «Visto desde la perspectiva de un provinciano que trata de pronunciarse en la vida con sentido común, me parece un pequeño disparate que considero como una anécdota».
El choque mantenido por el Gobierno de Pedro Sánchez y el Ejecutivo autonómico de Isabel Díaz Ayuso durante los actos de celebración del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, aún reverbera. En Moncloa son conscientes de que alimentarlo no beneficia el plan que tan cuidadosamente había diseñado para acaparar la atención de la precampaña del 28 de mayo con anuncios de contenido social, pero aun así este miércoles la ministra Portavoz, Isabel Rodríguez, no se pudo sustraer del asunto en su comparecencia semanal tras el Consejo de Ministros y aprovechó la ocasión para atribuir a la dirigente del PP comportamientos populistas. «Lo que vimos ayer es inédito. Creo que es un paso más en una campaña de deslegitimación de este Gobierno y lo digo con pesar, porque estas cosas ocurren también en otras partes del mundo pero las protagonizan partidos antisistema o extremistas y lo lamentable es que en España las protagoniza el PP, que fue un partido de Gobierno», dijo cargando las tintas en la primera fuerza de la oposición. La también ministra de Política Territorial, que fue la persona inicialmente invitada por la Comunidad de Madrid para asistir a la celebración institucional pero renunció a hacerlo por problemas de agenda, añadió incluso: «Cuando se ataca a un Gobierno legítimo, se ataca a la democracia». En el PSOE tienen muy interiorizado que cuando se ha dado cancha a Ayuso para confrontar con Sánchez, esta ha logrado crecerse política y electoralmente. Ocurrió en vísperas de las elecciones del 4 de mayo de 2021. Entonces se creyó que dándole alas como líder nacional se contribuiría al desgaste de un Pablo Casado debilitado internamente, pero el efecto colateral de esa estrategia fue una victoria rotunda que disminuyó su dependencia de Vox y alejó cualquier posibilidad de que el socialista Ángel Gabilondo gobernara en Madrid. Ahora, están obligados a medir la tentación de erosionar a Alberto Núñez Feijóo por la misma vía. Lanzada su acusación, no ya específicamente contra Ayuso sino contra el PP en su conjunto, Rodríguez intentó de algún modo pasar página y a la pregunta de si el Ejecutivo hace alguna «autocrítica» por la tensión vivida cuando Bolaños intentó acceder a una tribuna en la que no se contaba con su presencia y fue detenido por la jefa de protocolo de la Comunidad de Madrid, echó balones fuera y alejó que su preocupación en estos momentos no está en un protocolo aprobado por real decreto en 1983 y cuyo cumplimento no ha supuesto problema alguno «en 40 años» sino «atender la realidad de la gente». A su lado, estaba sentada la ministra de Educación, Pilar Alegría, la persona en la que realmente se había querido poner el foco desde la Secretaria de Estado de Comunicación. Su cometido era, de hecho, explicar el contenido de una inversión en Formación Profesional de más de 1.300 millones de euros anunciada el pasado sábado por Sánchez durante uno de sus mítines electorales. Pero le fue difícil lograr foco. «Ahí debería estar también la preocupación de Madrid -insistió la portavoz-: en resolver los problemas de la atención primaria, de la vivienda o de los más de 30.000 jóvenes que querrían acceder a un plaza pública de FP y no lo consiguen». Ayuso, sin embargo, también negó ayer que ella tuviera interés alguno en que los actos del Dos de Mayo quedaran eclipsados por el incidente con el ministro. «Todo el mundo allí era bienvenido, cosa distinta es si me hablan de a quién me han de obligar a poner en los sitios», aseveró. La presidenta madrileña acusó a Bolaños, de hecho, de acudir al acto a «reventar» la celebración. «Le dijimos amablemente que no estaba invitado. Fue, a mi juicio, en calidad de provocación», señaló en una entrevista en la cadena Ser solo un día después de la recepción institucional. La mandataria regional justificó que el equipo de protocolo impidiera el acceso de Bolaños a la tribuna del desfile cívico militar durante asegurando que «no es un día para ministros, es un día del Gobierno autonómico». «Lo hago a título personal porque me parece bien», dijo sobre las invitaciones a otros miembros del Ejecutivo o a Pedro Sánchez el año pasado, aunque no asistió. En esta ocasión estaba convocada la titular de Política Territorial, Isabel Rodríguez, que no acudió, y su homóloga de Defensa, Margarita Robles. Y Bolaños, insistió, acudió en calidad de «acompañante» de esta última. Ayuso insistió en que su jefa de protocolo llevaba varios días advirtiendo al Ejecutivo de Sánchez «de que no estaban haciendo las cosas correctamente». «Bolaños dio por hecho que venía a presidir y no estaba invitado», remarcó antes de lamentar que la recepción se viese «empeñada» por este episodio. «Hemos tratado el Dos de Mayo como un día nacional, pero es el día de un gobierno regional», zanjó. Noticia Relacionada estandar No El Gobierno y Ayuso hacen estallar su pulso y polarizan la carrera hacia el 28-M María Eugenia Alonso La presidenta impide acceder a Bolaños a la tribuna al no estar invitado al acto del 2 de mayo y Moncloa estalla por creer que «Madrid es su cortijo» Una tesis que comparte el presidente del Gobierno de Aragón, el socialista Javier Lambán, quien aseguró este martes en un acto en Andorra que un ministro «no es fundamental en un acto autonómico». Quien es fundamental, defendió, «es el Gobierno de la Comunidad y sus instituciones» aunque reconoció que si se empeña en ir «no hay que ponerle demasiados problemas». «Visto desde la perspectiva de un provinciano que trata de pronunciarse en la vida con sentido común, me parece un pequeño disparate que considero como una anécdota».