La lucha contra la corrupción debe tener una perspectiva nacional y también europea. Es lo que ha defendido este miércoles la Comisión Europea, que ha presentado un plan de acción para reforzar la prevención y poner en marcha «fuertes» medidas contra la corrupción. Por ello, Bruselas propone armonizar las penas relacionadas con estos delitos para facilitar y mejorar las investigaciones transfronterizas. «Actualmente las penas por un delito de soborno varían entre tres meses y quince años entre los Estados miembros, esto dificulta las investigaciones entre países y casi todas las organizaciones criminales operan en varios estados», ha asegurado la comisaria de Interior, Ylva Johansson. Bruselas plantea «reescribir y actualizar» la normativa europea para armonizar la definición de delitos como la apropiación indebida, el tráfico de influencias, el abuso de poder y la obstrucción de la justicia, entre otros, en el sector público y privado. Las nuevas reglas también ponen el foco en la prevención y en la «cultura de la integridad», haciendo énfasis en la «no tolerancia» a la corrupción. El paquete se complementa con la propuesta del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para crear un régimen de sanciones específico para luchar contra los actos graves de corrupción en terceros países de todo el mundo. La propuesta deberá ahora negociarse y acordarse en el Consejo y el Parlamento Europeo.
La lucha contra la corrupción debe tener una perspectiva nacional y también europea. Es lo que ha defendido este miércoles la Comisión Europea, que ha presentado un plan de acción para reforzar la prevención y poner en marcha «fuertes» medidas contra la corrupción. Por ello, Bruselas propone armonizar las penas relacionadas con estos delitos para facilitar y mejorar las investigaciones transfronterizas. «Actualmente las penas por un delito de soborno varían entre tres meses y quince años entre los Estados miembros, esto dificulta las investigaciones entre países y casi todas las organizaciones criminales operan en varios estados», ha asegurado la comisaria de Interior, Ylva Johansson. Bruselas plantea «reescribir y actualizar» la normativa europea para armonizar la definición de delitos como la apropiación indebida, el tráfico de influencias, el abuso de poder y la obstrucción de la justicia, entre otros, en el sector público y privado. Las nuevas reglas también ponen el foco en la prevención y en la «cultura de la integridad», haciendo énfasis en la «no tolerancia» a la corrupción. El paquete se complementa con la propuesta del jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para crear un régimen de sanciones específico para luchar contra los actos graves de corrupción en terceros países de todo el mundo. La propuesta deberá ahora negociarse y acordarse en el Consejo y el Parlamento Europeo.